Para Barbarita Lara, alumna del Tech MBA, recibir un reconocimiento por sus grades aportes a la sociedad no es nuevo. Sin embargo, los agradece con humildad y recibe como una invitación a seguir trabajando activamente.
A su amplia lista de reconocimientos se agrega, además, el como mujer innovadora en STEM otorgado por la ciudad de Viña del Mar.
Ingeniera, conferencista y experta en ciberseguridad, ha querido llevar sus conocimientos más allá en ayuda de las personas.
Reconocimiento Forbes a docente UNAB y alumna Tech MBA
Cuenta Barbarita Lara que “Ser una de las 50 mujeres más poderosas de Chile según Forbes significa que has sido reconocida por tu influencia, liderazgo, y contribución significativa en tu campo de trabajo o en la sociedad chilena en general.
Esta lista suele incluir mujeres que han destacado en diversos sectores como la política, los negocios, la ciencia, el arte, la tecnología, y otros, y que han tenido un impacto positivo, no solo a nivel nacional, sino también internacional.
Ser parte de esta lista es un reconocimiento a tu capacidad de liderar, inspirar y generar cambios importantes en la sociedad”.
Forbes es una revista estadounidense de negocios y finanzas que se especializa en artículos sobre temas como inversiones, tecnología, liderazgo, emprendimiento, y economía.
Además, se ha establecido como una fuente influyente en el mundo empresarial y es ampliamente respetada por su cobertura de la economía global y por proporcionar análisis y perspectivas sobre una amplia gama de temas relacionados con los negocios.
¿Qué pasa en Barbarita mujer y profesional con este reconocimiento?
La verdad es que yo tengo una regla de no postular a ningún reconocimiento, porque creo que uno debería ganárselo y que sea el medio y tus pares los que te reconozcan. Entonces recibir este reconocimiento fue una sorpresa.
Además, fue un día en que estaba pensando en otra cosa, era el último día para entregar el informe final del Tech MBA, la municipalidad de Viña del Mar el mismo día me reconoció por mi aporte en la innovación y las STEM, entonces fue un día muy de correr para todos lados, y con muchas cosas.
Un reconocimiento de la revista Forbes siempre es potente a nivel mundial. Pese a ello, soy la misma persona de siempre, no me siento necesariamente más poderosa, pero sí me siento muy feliz de que, al parecer, lo que estoy haciendo resuena y tiene sentido.
Un orgullo también, obviamente, estar ahí con mujeres potentes y ser reconocida como una más, como un par. Es siempre bonito ver a tus amigas, a mujeres referentes que están ahí, parece que algo se está haciendo bien.
Internamente eso también te pone un peso, porque hay un nivel que mantener, o sea, cómo seguimos entonces moviendo la varita, cómo seguimos haciendo de que más mujeres estén en el mundo de la STEM, cómo seguimos logrando que la educación cambie, que mis estudiantes quizás vengan con otra sensación.
Dejar un legado…
Además de cursar el Tech MBA soy académica de la Facultad de Ingeniería de la Sede Viña del Mar de la UNAB, entonces siempre pienso en cómo hacer que mis estudiantes no hagan esto porque tienen que hacer algo, sino que encuentren un sentido, un propósito.
Una historia personal
El propósito o sentido que Barbarita intenta tengan sus alumnos, es también su propia experiencia de vida.
Y es que su hijo nació con dos cardiopatías congénitas graves, debiendo ser operado a los 15 días de haber nacido a corazón abierto.
Hoy, está con vida y sin secuelas, gracias a la tecnología “y por eso me debo a mi misma el que la tecnología sea una herramienta empoderadora para las personas.
Creo que por ahí va mi pensamiento día a día. Cuando veo a mi hijo, que es por él que estoy trabajando en la detección de las cardiopatías congénitas y lo veo hacer maldades, pero que está sano y que está feliz.
Ver que se ríe haciendo tonteras, y pensar que si no fuera por la tecnología él no estaría ahí riéndose, y al final lo que uno hace es por lo suyo y por el resto también.
Entonces, de alguna manera es un empujoncito para seguir haciendo lo que estamos haciendo, para agradecer también a mi equipo y a mi red de apoyo y para seguir adelante.
O sea, no sé lo que voy a estar haciendo en cinco años más, pero estoy segura que va a ser algo que tenga que ver con perseguir mi propósito”.
¿En qué proyectos estás ahora y qué es lo que viene?
La mayoría de mis proyectos tienen que ver con un enfoque social desde la seguridad nacional, hasta la IA en salud.
El proyecto que estoy ahora es en una plataforma que apoya el diagnóstico de cardiopatías congénitas de forma prenatal con inteligencia artificial.
También sigo trabajando como directora de la Fundación Portas, abriendo puertas con la educación para poder apoyar a la primera generación universitaria a que llegue a sus estudios profesionales y se mantenga, y luego encuentre un trabajo.
Estamos trabajando en hacer la red más grande de Latinoamérica de malformaciones congénitas, así que apoyando en hacer efectivamente la transformación digital de los centros tan importantes como SERPO, el Centro de Referencia Perinatal Oriente, que ha sido nuestro equipo y que ha trabajado en conjunto con nosotros para poder no solamente entender más sobre las cardiopatías congénitas, sino que también de otros tipos de malformaciones.
Yo jugué como ingeniera para poner mis conocimientos a disposición de la comunidad y creo que cada vez que hay un nuevo desafío o una nueva tecnología tenemos que aprenderla y estar al día para poder también sacarle provecho.
Estoy en proyectos que son confidenciales pero que son muy potentes y que estoy segura van a cambiar la historia de la humanidad.
Estoy en muchos proyectos, la verdad y feliz de cerrar un ciclo también, terminando mi posgrado en el Tech MBA.
Mi esposo me pregunta ¿qué va a hacer ahora? Tengo muchas cosas que hacer, pero feliz de que mi hijo esté con vida.
Un mensaje para ti…
“Pareciera ser que las mujeres no pueden tomarse su tiempo. Sin embargo, hay que tomarse el tiempo, hay que intentar de respetar nuestros espacios.
Pero, al mismo tiempo, mi mensaje es a que no se rindan, aun cuando las cosas no se ven muy buenas.
Estoy segura de que esa niña de 8 años que soñaba, no tenía ni idea hasta dónde podía llegar. Esa niña que muchas veces dudó de sí misma y que sigue dudando de sí misma. Que muchas veces sintió que simplemente era incomprendida o no tenía el espacio en esta sociedad. Pero aquí estamos.
Todos podemos crear nuestro camino, hackear el sistema y hackearnos a nosotros mismos”.
Barbarita Lara
Alumna Tech MBA
Docente UNAB