El creciente interés que se ha generado en el país en el desarrollo de videojuegos, así como la utilización de estos como recurso de aprendizaje dentro de ambientes educativos, ha abierto un espacio para la especialización en el desarrollo de videojuegos enfocados en el aprendizaje.
Si bien, aunque podemos considerar a todo videojuego como una experiencia de aprendizaje, no todas son significativas o de utilidad en el ambiente escolar y su utilización o adaptación al currículum escolar puede resultar en un trabajo poco grato o que no agregue valor pedagógico a las clases. Por otro lado, la creación de videojuegos educativos o “serious games” no siempre cumplen con la función que prometen o simplemente terminan por aburrir a los estudiantes, quienes pueden llegar a sentirse estafados, ya que suelen tener pocos elementos de juego.